Hace mucho tiempo
En una galaxia muy, muy lejana
Un fanático de Star Wars comenzó a
juntar
artículos de la saga que, a lo largo
de 38 años,
se convirtieron en la colección más
grande del mundo.
Hoy se exhibe en Rancho Obi-Wan
El museo que todo Warsie debe visitar
Cuando La
Guerra de las Galaxias estaba por estrenarse en 1977, un folleto promocional de
la cinta llegó a las oficinas del Wall Street Journal, para terminar en el
basurero. Sin embargo al final de la jornada fue rescatado por un curioso
reportero, Steve Sansweet, quien lo conservó sin saber que con ese hecho estaba
dando inicio a la que sería la pasión de su vida.
Conforme la
película rompía records de audiencia y generaba toda una mitología, Swansweet
se convertía en uno de los primeros fanáticos de la saga, y empezó a armar una
colección que crecería a niveles insospechados. A la vez, combinó su trabajo
periodístico con la publicación de libros de la saga, con lo que pronto se
convirtió en el experto de Star Wars más reconocido a nivel mundial.
Todos los
objetos estaban en su casa, a la vista de nadie. Pero en 1995 inició una nueva
etapa en su vida convirtiéndose en encargado de relaciones con los fans de
Lucasfilm. Mudándose al norte de California, se puso a buscar un lugar adecuado
para almacenar lo que ya era un grupo de miles de objetos, y lo encontró en la
ciudad de Petaluna, en lo que antes había sido un criadero de pollos.
Por más de
una década, la colección era una leyenda inaccesible a todos salvo algunos
selectos fanáticos, pero todo cambió en 2011. Swansweet dejó de trabajar en
Lucasfilm a tiempo completo, acondicionó su rancho para recibir visitantes y
las puertas abrieron para llevar a fanáticos y curiosos a explorar toda la
mitología del universo Jedi.
Fuente: ranchoobiwan.org |
Un tour
típico comienza por la biblioteca, donde se presume que se pueden encontrar
todos los libros publicados en inglés sobre la franquicia. En cada pequeño
espacio sobrante entre las estanterías se empiezan a ver figuras
coleccionables, varias de ellas con historias tras de ellas narradas por los
guías.
Pero el
verdadero viaje comienza al salir de esta habitación por una puerta que al
abrirse activa la partitura compuesta por John Williams para la película.
Entonces los vista contempla un enorme almacén con más piezas de las que se
pueden concebir. Desde grandes figuras de personajes principales como Darth
Vader o R2-D2, hasta prototipos de juguetes que nunca salieron a la venta se
encuentran en un salón donde un warsie podría pasar días.
Como lo
merece una saga espacial, las naves tienen un cuarto especial donde cientos de
modelos a escala han sido armados. Como centro de esta exhibición se encuentra
el Halcón Milenario, abierto en dos para poder explorar los detalles de su
interior. Originalmente el museo terminaba en este punto, pero con miles de
objetos más que no podían exponerse nuevas salas se abrieron con carteles,
máscaras y disfraces y artículos únicos diseñados por fans de la serie como
modos de expresar su pasión compartida y que aquí alcanza su máxima expresión.
Para visitar
Rancho Obi-Wan hay que entrar a la página http://www.ranchoobiwan.org/ y apartar una fecha para un tour privado, si hay suerte será
el propio Steve Swansweet quien te guíe a través de la colección.
Así,
mientras el episodio VII se estrena a nivel mundial reviviendo el interés por
la saga, este museo se presenta como el lugar para conocer hasta donde llega
esta pasión.
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