jueves, 19 de noviembre de 2015

El enigma de Filfla

Parte de mis textos escritos para el libro Postales del Mundo: Maltaque dentro del proyecto de Caminos Sellados, rindió homenaje a las tarjetas postales con un estilo periodístico epistolar.
Los textos son míos y el libro fue desarrollado en colaboración con: Anna Boschdemont, Patricia Catania, Guillem Griera, Naiara Lemos y Marialenia Savvaidi.
El proyecto ganó un premio en los Malta Tourism Press Awards 2014.



El enigma de Filfla
Isla de Filfla. Por Naiara Lemos



Querido Tías:

Aunque sólo las tres mayores están habitadas, Malta cuenta con más de dos docenas de islas e islotes en su territorio. De todas ellas la que más llama la atención es Filfla.
A pocos kilómetros de la costa sur de Malta, Filfla domina el horizonte capturando las miradas de quienes caminan por la carretera del Groto Azul, los acantilados de Dingli o los templos megalíticos de Mnajdra y Ħaġar Qim. Si hoy resulta tan atrayente, ¿cómo no lo sería antes de que un terremoto en 1856 hundiera la mitad de su superficie?
Malta es también un país lleno de leyendas, y una de las más conocidas explica tanto el nacimiento de Filfla, como el de otro interesante capricho geográfico, Maqluba.
De acuerdo a esta historia, existió alguna vez un pueblo cuyos habitantes eran tan pecaminosos, que ofendieron a Dios, quien una noche, harto, arrancó a la villa de la tierra y la arrojó al mar, siendo Filfla lo único que quedó de ella.
El agujero que quedó dónde estuvo la villa, sería Maqluba. Una depresión localizada en Qrendi, que hoy es uno de los espacios naturales protegidos del país, y que puede contemplarse desde un mirador en su interior. Dos lugares únicos en Malta, quedan así unidos por el mito.

Pronto les contaré más leyendas.


Su sobrino.

Las capillas medievales

Parte de mis textos escritos para el libro Postales del Mundo: Maltaque dentro del proyecto de Caminos Sellados, rindió homenaje a las tarjetas postales con un estilo periodístico epistolar.
Los textos son míos y el libro fue desarrollado en colaboración con: Anna Boschdemont, Patricia Catania, Guillem Griera, Naiara Lemos y Marialenia Savvaidi.
El proyecto ganó un premio en los Malta Tourism Press Awards 2014.


Las capillas medievales
Capilla de Ħal Millieri

Querida Kika

Al descubrir Malta, una de las cosas que más me llamó la atención es la cantidad de templos sembrada por todo su territorio. Desde grandes catedrales hasta sencillas ermitas dan testimonio de la importancia de la religión en la historia del país.
Dicen en la isla que tienen una iglesia para cada día del año (si no es que más), y aunque de toda esta colección sean los tesoros de las co-catedrales de Valeta y Mdina las que más miradas atraen, éstas no son más que la punta del iceberg del patrimonio religioso maltés.
Caminando por cada uno de sus pueblos, descubrirás a cada paso capillas medievales, que nos remiten a una época en que el cristianismo era reintroducido a un lugar que llevaba siglos practicando el islam. Su número es tal que bien puede considerárseles uno de los rasgos distintivos del país.
Las capillas son humildes, pero todas llaman la atención y las puedes llegar a ver en acantilados frente al mar, al fondo de barrancas o dentro de cuevas. Mostrando que la fe, supera muchas barreras. Muchas han caído en desuso, pero se mantienen en pie y algunas han sobrevivido incluso a las villas que les dieron origen. Hoy están siendo revaloradas y rescatadas.
Cuando veas alguna estarás contemplando uno de los rasgos más auténticos de Malta.

La próxima vez que las visité, espero que sea contigo.


Tu compañero de aventuras.

Los ritos funerarios

Parte de mis textos escritos para el libro Postales del Mundo: Maltaque dentro del proyecto de Caminos Sellados, rindió homenaje a las tarjetas postales con un estilo periodístico epistolar.
Los textos son míos y el libro fue desarrollado en colaboración con: Anna Boschdemont, Patricia Catania, Guillem Griera, Naiara Lemos y Marialenia Savvaidi.
El proyecto ganó un premio en los Malta Tourism Press Awards 2014


Los ritos funerarios
Catacumbas de San Pablo, por Patricia Catania


Querido Axel

¡Qué afortunados somos! Hoy, en Paola, podemos contemplar una de las construcciones neolíticas más impresionantes del mundo, pero ésta estuvo a punto de perderse en 1902, sin que nadie supiera de ella.
El Hipogeo de Ħal Saflieni, una necrópolis prehistórica, pasó siglos bajo tierra hasta ser descubierta durante los trabajos de ampliación de una casa. Sus dueños, temerosos de la expropiación de su propiedad, no reportaron el hallazgo, pero la voz corrió, y el Hipogeo se salvó.
Ħal Saflieni es mágico y delicado, la irrupción del hombre moderno pone en riesgo un lugar aislado por siglos. Sólo 60 personas pueden verlo cada día, y lo hacen acompañados de un guardia que cuida el lugar. Por dentro, se impone una silenciosa admiración al ver aquello que la humanidad logró hace milenios.
No es éste el único lugar donde hoy se ven los cultos funerarios de Malta. Las catacumbas romanas de Saint Paul son especiales, al ser las únicas del Imperio con mesas construidas para los ágapes funerarios, comida con la que se despedía a los muertos.
Los cementerios más recientes carecen de la espectacularidad de los antiguos, pero aun así te los recomiendo, pues son una muestra del crisol cultural que es Malta.

No olvides volar para acá un día.


Tu amigo.

Bajo la Segunda Guerra Mundial

Parte de mis textos escritos para el libro Postales del Mundo: Maltaque dentro del proyecto de Caminos Sellados, rindió homenaje a las tarjetas postales con un estilo periodístico epistolar.
Los textos son míos y el libro fue desarrollado en colaboración con: Anna Boschdemont, Patricia Catania, Guillem Griera, Naiara Lemos y Marialenia Savvaidi.
El proyecto ganó un premio en los Malta Tourism Press Awards 2014


Bajo la II Guerra Mundial
Cruz de Jorge. Entregada a Malta por su heroísmo




Queridos padres:

Al caminar por los estrechos y oscuros corredores localizados bajo las murallas de Birgu, descubrí un mundo claustrofóbico donde los malteses temieron, rezaron y amaron durante dos años y medio. En la superficie, día tras día, aviones italianos y alemanes bombardearon sin misericordia la isla, buscando rendir el estratégico punto del Mediterráneo. Pero Malta estaba dispuesta a resistir.
Aprovechando antiguas cámaras subterráneas, y construyendo nuevas a pico y palo, el país tuvo en tiempo record una impresionante red de refugios antiaéreos, cuya visita hoy sobrecoge al ver las pequeñas habitaciones donde cientos de personas convivieron día y noche, entre la fría piedra caliza. ¿Imaginan lo que debió haber sido pasar esos más de dos años sin casi ver el sol?
A pesar del miedo y el hambre, Malta triunfo. Y terminado el castigo, los aliados coordinaron la invasión a Sicilia, inicio de la derrota de Mussolini, desde los Lascaris War Rooms, que hoy abren una ventana a los entretelones de la guerra que les encantará.
Acabada la guerra, por su heroísmo, el Rey les concedió la Cruz de Jorge, un honor tan grande que hasta hoy engalana su bandera, recordando que fueron esenciales para derrotar al eje.

Pronto compartiré más recuerdos con ustedes.


Su hijo.

Los templos megalíticos

Parte de mis textos escritos para el libro Postales del Mundo: Malta, que dentro del proyecto de Caminos Sellados, rindió homenaje a las tarjetas postales con un estilo periodístico epistolar.
Los textos son míos y el libro fue desarrollado en colaboración con: Anna Boschdemont, Patricia Catania, Guillem Griera, Naiara Lemos y Marialenia Savvaidi.
El proyecto ganó un premio en los Malta Tourism Press Awards 2014

Los templos megalíticos
Templo de Ggantija

Queridos colegas:

¡Qué ciego fue Napoleón! Durante su campaña militar en Egipto animó a sus soldados ante las pirámides diciendo “cuarenta siglos de historia os contemplan”. Pero ese buen ojo para apreciar las maravillas de los faraones, no lo tuvo cuando un mes antes conquistó Malta.
Y es que el general francés nunca supo que en este archipiélago, un grupo de milenarios templos megalíticos eran silenciosos testigos de su paso. Les hablo de los templos de Ggantija, Skorba, Ħaġar Qim, Mnajdra, Tarxien y Ta' Ħaġrat que, junto a otra decena de sitios cerrados al público, son considerados las construcciones humanas más antiguas aún en pie.
Fue en el 3,600 A.C. cuando estos templos empezaron a levantarse, y alrededor del 2.500 la gente que los creo desapareció sin dejar rastro. Las piedras quedaron como mudas testigos de una cultura de la que poco sabemos, y contemplarlas hoy nos invita a imaginar respuestas a un misterio insondable. De cualquier forma, aunque los templos guarden en silencio sus secretos, no callan una verdad: Malta fue el hogar de una de las primeras civilizaciones humanas.

Esperando que pronto compartan la emoción que sentí al verlos.


Su camarada.