Caminos Sellados fue un proyecto del que tuve el gusto de ser fundador junto a cinco periodistas de viajes de cuatro países: Patricia Catania, Naiara Lemos, Marialenia Savvaidi, Anna Boschdemont y Guillem Griera. A través de un blog y de un posterior libro de viajes, se rendía homenaje a la tarjeta postal como elemento inseparable de los viajes, y se escribían textos que mezclaban el rigor periodístico e informativo, con un estilo epistolar. Todos estos textos se publicaron originalmente en www.caminossellados.com y terminaron con un premio internacional de periodismo de viajes.
Dado que forman una serie, los iré publicando en orden cronológico.
Publicado originalmente el 18 de mayo de 2014
Amigo:
Hace unos días di un largo recorrido por Barcelona, estuve presente en sus grandes atractivos y así palomeé todos los puntos básicos de la lista de cualquier visitante: La Rambla, Barceloneta, La Sagrada Familia y Park Güell. Lamentablemente no se trató de una visita agradable. Fue apresurado, pues el ritmo lo marcó el apretado itinerario de los guías de turistas, y molesto por la presencia de otros cientos de turistas que estorbaban el paso, la vista y el oído con sus cámaras, su ruido, sus atuendos y su aparente poco aprecio por el verdadero valor de todo lo que veían. Al terminar no pude evitar salir decepcionado, me dio la impresión de que no vi a ningún barcelonés fuera de los empleados que me atendieron en un local de comida rápida donde apuré una hamburguesa, y aunque salí con muchos recuerdos como camisetas de Lionel Messi y un sombrero de charro mexicano que una dependienta me aseguró era típico de Cataluña, me dio la impresión de que no conocí realmente la ciudad, ni su cultura, y el caos que me rodeó me dejó con pocas ganas de volver.
Esta experiencia, yo la viví viendo el documental Bye Bye Barcelona, que reflexiona sobre el impacto negativo que el turismo de masas tiene en la ciudad condal, pero miles de personas la experimentan a diario, y esto es motivo de que según algunos estudios la ciudad sea la cuarta que más defrauda a sus visitantes, además de que tiene un terrible costo sobre la calidad de vida de sus habitantes.
La película, del director Eduardo Chibás, fue presentada en el marco del Máster de Periodismo de Viajes, y todos los asistentes tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre el tema con el cineasta, quien nos acompañó en la función. En poco menos de una hora se nos presenta un triste panorama con datos sorprendentes como el de que ocho de cada diez personas en La Rambla son turistas, que el número de visitantes a la ciudad ha pasado de 1.7 millones en 1990 a 8 millones en 2013, y que, aunque el turismo deja ingresos millonarios a la ciudad, también ha provocado el cierre de cientos de negocios tradicionales que han sido remplazados por bares e indistinguibles tiendas de súvenirs.
Chibás ha dado voz a las asociaciones de vecinos, quienes se quejan de que sus barrios ya no están hechos para vivir, pues su infraestructura está superada, pero cuyas peticiones han sido ignoradas por el ayuntamiento, quien apoyando al lobby hotelero continúa especulando con la construcción de habitaciones y negocios, haciendo de la ciudad un parque temático para el consumo masivo.
Al final reflexionamos sobre las salidas que este problema puede tener, para evitar que la ciudad se pierda para los locales, y para lograr que el turismo de calidad no huya de ella atosigado por las masas que vienen por unas horas a través de masivos cruceros que han hecho mucho daño en todo el Mediterráneo. También meditamos sobre nuestra responsabilidad como periodistas de viajes a la hora de promocionar un destino, y finalmente vimos la necesidad de que tanto Barcelona como otras grandes urbes en su situación recuperen la filosofía que las hizo atractivas en un principio: tener un proyecto de desarrollo como país para sus ciudadanos, no un proyecto de mercado para el consumo sin fin de millones de personas que pasan sin conocer.
El documental se estrenó vía internet en marzo pasado, y desde aquí te invito a verlo y a que también reflexiones sobre cómo hacer que el turismo sea algo positivo y no negativo para un destino.
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