martes, 21 de abril de 2015

Los Rabelos del Duero

Caminos Sellados fue un proyecto del que tuve el gusto de ser fundador junto a cinco periodistas de viajes de cuatro países: Patricia Catania, Naiara Lemos, Marialenia Savvaidi, Anna Boschdemont y Guillem Griera. A través de un blog y de un posterior libro de viajes, se rendía homenaje a la tarjeta postal como elemento inseparable de los viajes, y se escribían textos que mezclaban el rigor periodístico e informativo, con un estilo epistolar. Todos estos textos se publicaron originalmente en www.caminossellados.com y terminaron con un premio internacional de periodismo de viajes. 
Dado que forman una serie, los iré publicando en orden cronológico.

Publicado originalmente el 22 de abril de 2014



Amigo:

Un aspecto muy importante de un viaje es el transporte. Y es lógico que así sea, el modo que usamos para llegar a algún lugar puede incluso llegar a definir el tipo de viaje que emprendemos. Hay transportes universales como el avión, minoritarios como las carrozas e incluso imaginarios como casas voladoras. Pero yo quería hablarte de aquellos que son únicos en el mundo, que alguna vez tuvieron una función práctica y que hoy son un reclamo turístico para los visitantes de ese lugar que alguna vez inventó ese transporte muy particular.
Rabelos bajo el puente Don Luis I
Como sabes, hace pocos días me fui a pasear a Portugal, y ahí descubrí uno de estos transportes únicos, se llaman rabelos, y sólo los encontrarás navegando por las aguas del río Duero.


El Rabelo es una barca que era usada para transportar el famoso Oporto desde las fincas que lo producían río arriba hasta las ciudades de Vila Nova de Gaia, donde se almacenaba, y Porto, donde se embarcaba a otros países, especialmente a la Gran Bretaña.
Otro día te contaré más acerca del Oporto, parte fundamental de la historia de la ciudad que le dio nombre. Pero hoy me concentro en esta barca, que es un símbolo de la región. Cada rabelo era capaz de transportar hasta Vila Nova entre 45 y 50 barriles del valioso vino en tres días de navegación, para esto requerían marineros muy hábiles, pues el Duero (Douro, en portugués) fue una corriente muy peligrosa hasta que se construyeron presas para domar sus aguas.
La forma del rabelo fue inspirada por los barcos dragones vikingos, pero lo que más llama la atención es que se impulsa gracias a una larga vara que empujaba al barco en el fondo del río. A la mayoría de los visitantes esto les recuerda las góndolas venecianas. Pero yo, probablemente como tú harías, pensé en las trajineras de Xochimilco.

Rabelos en el río Duero

El rabelo perdió su utilidad cuando se construyó una línea férrea a lo largo del río, la cual por su seguridad y rapidez se usó para transportar el vino. La última vez que navegarían con su función comercial fue en 1964. Sin embargo, tenemos la suerte de que el rabelo sobrevivió con motivos turísticos y como símbolo de la región. Hoy, como yo hice, los puedes ver no sólo en museos, sino en las riberas tanto de Porto y Vila Nova, como de otras poblaciones del Duero, y si tienes la suerte de visitar Portugal el 24 de junio, disfrutarás de la regata anual de estos barcos celebrada cada día de San Juan.

Te mando un saludo amigo, y espera mis cartas para que te siga hablando de Portugal y del mundo.

2 comentarios:

  1. Gracias por la información valiosa porque no tenía idea y voy a estar en Portugal

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    1. Qué bueno que te sea útil, y ojalá te haya gustado. Disfruta mucho de Portugal, que es un país maravilloso, y no dejes de probar el oporto.

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